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viernes, 9 de mayo de 2008

OH, PRIMAVERA INABORDABLE Y SIN FINAL..., Alexander Blok

Oh, primavera inabordable y sin final,
Inabordable y sin final como los sueños.
Te reconozco, vida. Te asumo.
Y bajo el tintineo de broqueles te saludo.

Yo te acojo, mala suerte,
Y doy mi bienvenida a los aciertos
Pues no hay nada oprobioso en los encantados
Paisajes del llanto, ni en el misterio de la ventana,

Asumo las discusiones que desvelan
La madrugada en las oscuras cortinas de la ventana,
Para que la encantadora primavera
Excite mis miradas dilatadas.

Asumo las aldeas desérticas
Y los pozos de las ciudades terrenales,
La diáfana extensión de los cielos
y la candidez de los trabajos serviles.

Yo salgo, vida, a tu encuentro en el umbral
Con los cabellos rizados por el viento impetuoso
Y el enigmático nombre de Dios
En los labios fríos y apretados...

Ante la hostilidad de este encuentro
Siempre me defiendo,
Tú nunca eres accesible
¡Y el sueño embriagador se nos escapa!

Y miro y sospecho esta hostilidad,
Odiando, maldiciendo y amando:
Por el suplicio, por la muerte,
Pero de todas formas yo te asumo, vida!

Alexander Blok,
Rusia

jueves, 8 de mayo de 2008

CARTA A SIMÓN BOLÍVAR, Manuela Sáenz


29 de febrero de 1825

Mi Libertador:

Sabe usted cómo ansío compartir el nacimiento de la vida. Conoce las veces que levanté mi voz airada por las condiciones ingratas que estamos compartiendo, de privación de sentimientos, de distancias y de ausencias reiteradas. ¿Cómo cambiar el sino que nos acompaña? ¿Qué debemos hacer para protestar frente a la realidad, y vencerla? ¿No podré, con usted, caminar llevando de la mano la ilusión convertida en la inocencia de voces infantiles? ¿Es que no fuimos elegidos para ser, además de amantes, hombre y mujer, padre y madre?

He interpelado a los Dioses de estas y otras tierras. Mi voz la han escuchado, si existen, los Achachilas de los Andes y el Cristo de la cruz de mis desvelos. Vea usted la fuerza que sale a borbotones del pecho que le da ritmo a su sangre, y que termina convertida en remanso cuando acepto resignada que otros son los mandatos que debo cumplir en este tiempo.

Y cuando llego a ese punto de sosiego, otra vez me vienen los rumores que acompañan mis angustias y me mantienen en vela buscando otras respuestas. No utilice su energía para reprender el acto de amor que voy a relatarle.

He recogido de usted la necesidad de encontrarle solución política a las diferencias que mantienen los patriotas de Lima y del Río de la Plata. En medio de ellas, están las provincias del Alto Perú, primeras en levantar las banderas de la libertad y las que mayor dificultades están debiendo sortear para alcanzarla.

La posición reflexiva del General San Martín en Guayaquil hace tres años, fortalece la necesidad de resolver la situación del Alto Perú con un estatuto político que le faculte a desarrollarse, respetando la decisión que le han hecho saber con insistencia y firmeza sus representantes. Por eso resulta injusta la airada comunicación que le hiciese llegar al General Sucre por la convocación a los diputados del Alto Perú a discutir su destino.

Si usted escucha la voz de su experiencia, desde Charcas, La Paz y Potosí, será más fácil establecer una relación positiva con V.E., que desde otras ciudades que mantienen algunas dificultades para resolver sus propias diferencias. Pero, y lo más importante, permitiría la construcción de un nuevo Estado en el que usted podría, desde el inicio, desarrollar la fuerza de la libertad sin las mezquindades que enfrenta permanentemente en la Gran Colombia. Esta república podría servirle para plasmar en ella los modelos democráticos tan caros a sus sueños y alejar las insinuaciones que rechaza tan airado cuando pretenden cambiar su condición de ciudadano por otra similar a la que termina de vencer.

Un pueblo agradecido con su espada y su voluntad de usted, puede ser el abono más extraordinario para que fortalezcan la justicia y las instituciones republicanas. He recogido de manera reservada algunas opiniones de la gente que le es fiel, y comparten el entusiasmo de ver nacer un estado con su nombre que tenga de usted el amor irrefrenable por la libertad.

Por eso le he puesto tanto empeño a esta encomienda que nadie me dio pero le pertenece, de dar nacimiento al fruto de mi entrega y que sobrevivirán nuestras vidas perpetuando su nombre. Permítame ayudar a multiplicar la libertad y juntos habremos logrado procrear una hija, que sólo usted y yo, sabremos es el producto de este sentimiento que desafía la barrera de los tiempos.

Ahora, que ya lo sabe, repréndame con indulgencia y con la dulzura con la que corrige los desvaríos de pueblos que aprenden a vivir su independencia. Su enojo será la mejor prueba que la Historia se construye con locuras de amor y de coraje. Y yo, veré nacer una hija que mantendrá en la eternidad mi tributo de reconocimiento a usted, gestado entre los nueve meses que están pasando desde el triunfo de Ayacucho y el primer aniversario de Junín.

Aliente la multiplicación de la vida y la libertad. Todos esperan su palabra para hacer más fácil el esfuerzo de ayudar a la Historia a reconocer su entrega por la causa de los pueblos.

Gozo con la idea como lo hago las veces que estoy en su compañía.

Manuela.

Manuela Sáenz,
Ecuador

(Texto proporcionado por la periodista Teo Zavala Palacios).

miércoles, 7 de mayo de 2008

CARTA A JENNY WESTPHALEN, Carlos Marx


Cumplidos 190 años del nacimiento de Carlos Marx (05-05-1818), bien vale rendirle homenaje publicando de él no un texto de análisis político, económico o estético, sino una carta de amor dirigida a su esposa, Jenny Westphalen, que refleja su gran sensibilidad y ternura, dignas de su talla de gigante.

21 de junio de 1856

Querida mía:

De nuevo te escribo porque me encuentro solo y porque me apena siempre tener que charlar contigo sin que lo sepas ni me oigas, ni puedas contestarme. Por más malo que sea tu retrato, me sirve perfectamente, y, ahora comprendo por qué hasta las "lóbregas madonnas", las más imperfectas imágenes de la Madre de Dios, podían encontrar celosos y hasta más numerosos admiradores que las imágenes buenas. En todo caso, ninguna de esas oscuras imágenes de madonna ha sido tan besada, ninguna ha sido mirada con tanta veneración y enternecimiento, ni adorada tanto como esta foto tuya, que si bien no es lóbrega, sí es sombría, y en modo alguno representa tu hermoso, encantador y "dulce" rostro que parece haber sido creado para los besos. Yo perfecciono lo que estamparon mal los rayos del sol y llego a la conclusión que mi vista, por muy descuidada que esté por la luz del quinqué, y el humo del tabaco, es capaz de representar imágenes no sólo en sueños, sino también en la realidad.

Te veo, siento, toda delante de mí, como de carne y hueso... el falso y vacío mundo se forma una idea superficial y equivocada de las personas. ¿Quién, entre mis numerosos calumniadores y maldicientes enemigos, me ha reprochado alguna vez valer para el papel de primer galán en cualquier teatro de segunda categoría? Pero es que soy así. Si esos canallas tuvieran siquiera una gota de sentido del humor, habrían garrapateado en el anverso "relaciones de producción y cambio" y en el reverso me habrían dibujado postrado a tus pies, "mire este dibujo y el otro", rezaría la inscripción. Pero los canallas son tontos y seguirán siendo necios in secula seculorum.*

La separación temporal es útil ya que la comunicación constante origina la apariencia de monotonía que lima la diferencia entre las cosas. Hasta las torres de cerca no parecen tan altas, mientras las minucias de la vida diaria, al tropezar con ellas crecen desmesuradamente. Lo mismo sucede con las pasiones: los hábitos consuetudinarios, que como resultado de la proximidad se apoderan del hombre por entero y toman forma de pasión, dejan de existir tan pronto desaparece del campo visual su objeto directo. Las pasiones profundas, que como resultado de la cercanía de su objetivo se convierten en hábitos consuetudinarios, crecen y recuperan su vigor bajo el mágico influjo de la ausencia.

Así es mi amor. Al punto que nos separa el espacio, me convenzo de que el tiempo le sirve a mi amor tan solo para lo que el sol y la lluvia le sirven a la planta: para que crezca. Mi amor por ti, cuando te encuentras lejos de mí, se presenta tal y como es en realidad: como un gigante; en él se concentra toda mi energía espiritual y todo el vigor de mis sentimientos.

Adiós, querida mía, te mando a ti y a nuestras hijas miles y miles de besos.

Tu Carlos

Carlos Marx,
Alemania

(Texto proporcionado por Rosina Valcárcel, quien a su vez lo ha tomado de la siguiente página digital:
http://cartasfamosas.blogspot.com/search/label/Carta%20d)



martes, 6 de mayo de 2008

LIBERTAD, Ángela Figuera


A tiros nos dijeron: cruz y raya.
En cruz estamos. Raya. Tachadura.
Borrón y cárcel nueva. Punto en boca.

Si observas la conducta conveniente,
Podrás decir palabras permitidas:
Invierno, luz, hispanidad, sombrero.
(Si se te cae la lengua de vergüenza,
Te cuelgas un cartel que diga: "Mudo",
Tiendes la mano y juntas calderilla.

Si calzas los zapatos según norma,
También podrás cruzar a la otra acera
Buscando el sol o un techo que te abrigue.

Pagando los impuestos puntualmente,
Podrás ir al taller o la oficina,
Quemarte las pestañas y las uñas,
Partirte el pecho y alcanzar la gloria.

También tendrás honestas diversiones:
El paso de un entierro, una película
De las debidamente autorizadas,
Fútbol del bueno, un vaso de cerveza,
Bonitas emisiones en la radio
Y misa por la tarde los domingos.

Pero no pienses "libertad", no digas,
No escribas "libertad", nunca consientas
Que se te asome al blanco de los ojos,
NI exhale su olorcillo por tus ropas,
Ni se te prenda a un rizo del cabello.

Y sobre todo, amigo, al acostarte,
No escondas "libertad" bajo tu almohada
Por ver si sueñas con mejores días.
No sea que una noche te incorpores
Sonambulando "libertad" y olvides
Y salgas a gritarla por las calles,
Descerrajando puertas y ventanas,
Matando los serenos y los gatos,
Rompiendo los faroles y las fuentes,
Y el sueño de los justos, porque entonces,
Punto final, hermano, y Dios te ayude.

Ángela Figuera,
España


lunes, 28 de abril de 2008

DE LA DUDA, Bertolt Brecht




Loada sea la duda! Os aconsejo que saludéis

Serenamente y con respeto

A aquel que pesa vuestra palabra como una moneda falsa.

Quisiera que fueseis avisados y no dierais

Vuestra palabra demasiado confiadamente.


Leed la historia. Ved

A ejércitos invencibles en fuga enloquecida.

Por todas partes

Se derrumban fortalezas indestructibles,

Y de aquella Armada innumerable al zarpar

Podían contarse

Las naves que volvieron.


Así fue como un hombre ascendió un día a la cima inaccesible,

Y un barco logró llegar

Al confín del mar infinito.

¡Oh hermoso gesto de sacudir la cabeza

Ante la indiscutible verdad!

¡Oh valeroso médico que cura

Al enfermo ya desahuciado!


Pero la más hermosa de todas las dudas

Es cuando los débiles y desalentados levantan su cabeza

Y dejan de creer

En la fuerza de sus opresores.


¡Cuánto esfuerzo hasta alcanzar el principio!

¡Cuántas víctimas costó!

¡Qué difícil fue ver

Que aquello era así y no de otra forma!


Suspirando de alivio, un hombre lo escribió un día en el

Libro del saber.


Quizá siga escrito en él mucho tiempo y generación tras generación
De él se alimenten juzgándolo eterna verdad.

Quizá los sabios desprecien a quien no lo conozca.

Pero puede ocurrir que surja una sospecha, que nuevas experiencias
Hagan conmoverse al principio. Que la duda se despierte.


Y que, otro día, un hombre, gravemente,

Tache el principio del libro del saber.

Instruido
Por impacientes maestros, el pobre oye

Que es éste el mejor de los mundos, y que la gotera

Del techo de su cuarto fue prevista por Dios en persona.

Verdaderamente, le es difícil

Dudar de este mundo.

Bañado en sudor, se curva el hombre construyendo la casa

En que no ha de vivir.


Pero también suda a mares el hombre que construye su
Propia casa.

Son los irreflexivos los que nunca dudan.

Su digestión es espléndida, su juicio infalible.

No creen en los hechos, sólo creen en sí mismos. Si llega el caso,
Son los hechos los que tienen que creer en ellos. Tienen

Ilimitada paciencia consigo mismos. Los argumentos

Los escuchan con oídos de espía.


Frente a los irreflexivos, que nunca dudan,

Están los reflexivos, que nunca actúan.

No dudan para llegar a la decisión, sino

Para eludir la decisión. Las cabezas

Sólo las utilizan para sacudirlas. Con aire grave

Advierten contra el agua a los pasajeros de naves hundiéndose.

Bajo el hacha del asesino,

Se preguntan si acaso el asesino no es un hombre también.

Tras observar, refunfuñando,

Que el asunto no está del todo claro, se van a la cama.

Su actividad consiste en vacilar.

Su frase favorita es: «No está listo para sentencia.»

Por eso, si alabáis la duda,

No alabéis, naturalmente,

La duda que es desesperación.


¿De qué le sirve poder dudar

A quien no puede decidirse?

Puede actuar equivocadamente

Quien se contente con razones demasiado escasas,

Pero quedará inactivo ante el peligro

Quien necesite demasiadas.

Tú, que eres un dirigente, no olvides

Que lo eres porque has dudado de los dirigentes.

Permite, por lo tanto, a los dirigidos

Dudar.

Bertolt Brecht,
Alemania



domingo, 27 de abril de 2008

POEMA EN BLANCO Y NEGRO, Fernando Lamberg


Un error de muchos años sigue siendo un error.

Llamar blanca a la inocencia y negra a la perfidia

Sigue una tradición pero no una verdad.

El blanco puede ser señal de la traición

Y el negro ser la huella de la lealtad.

Una simbología obsoleta va par malos caminos.

En el ajedrez la dama negra sobre la casilla negra

Puede darte la victoria

Y la dama blanca sobre la casilla blanca

Hundirte en la derrota.

Negro es el color de un científico ante el microscopio

Y blanco el color de un asesino con una metralleta.

Negro es el carbón que mueve las máquinas

Y blanca la nieve que las paraliza.

Negra es la sartén familiar

Y blanca la mesa sin sopa y sin pan.

Negro es el color de la letra que enseña

Y blanca la página que no tiene letras.

Blanco es el fósforo que quema a los niños

Y negra la noche que los protege.

Negro es el vestido de las viudas heroicas

Y blancos los colmillos del lobo carnicero.

Durante el siglo XX

Y a comienzos del siglo XXI

Una Casa Blanca en el norte de América

Representa el símbolo de la mayor infamia.

Por eso propongo

Que con un puño de poderoso amor

Derribemos ese castillo de la perfidia

Y en su lugar levantemos la Casa Negra de la hermandad,

La Casa Negra de la paz, la Casa Negra de la alegría.

FERNANDO LAMBERG,

Chile


sábado, 26 de abril de 2008

LA CREACIÓN DEL MUNDO, Thiago de Mello


No desfloré a nadie.
La primera mujer que vi desnuda
(era adulta de alma y de cabellos)
Fue la primera que me mostró los astros,
Pero no fui el primero a quien se los mostró.

Vi el resplandor de sus nalgas
De espaldas a mí: era morena,
Mas al darse vuelta fue dorada.

Sonrió porque sus pechos me asombraron,
Por mi mirada de adolescente no acostumbrado
A la gloria de la belleza corporal.
Era de mañana en la selva, pero nacían
Estrellas de sus brazos y resbalaban
Por el cuello, lo recuerdo, era el cuello
Lo que me enseñaba a deletrear secretos
Guardados en la clavícula. Pedía,
Ya echada de bruces y llamándome,
Que posara mis labios por los pétalos
Con rocío de la nuca, eran lilas;
Que alisara, levemente, con las yemas
Las espaldas de espumas y esmeraldas;
Quería que mi mano recorriera,
Yendo y viniendo, el valle de la columna,
Trés doucement, porque me cuidaba.
Ella inauguró en mí la alegría
Inefable de dar felicidad.
Tanto conocimiento no podía
Ser sino innato, pienso ahora.
Pero no.
Era un saber hecho de experiencia,
Más que ingenio para transmitirlo.
Ella era de otras aguas, una fuente
De treinta años, que vino desde el Sena
Con el destino de darme de beber
—En la aurora de sus ojos, en sus pechos,
En la boca musical, en el mar del vientre,
En la risa de azucena, en la voz densa,
En las cejas y en el vértice de las piernas—
La miel antigua de la sabiduría,
De saber que el deseo crece cuando entiende
Que la chispa se enciende en la ternura,
Que las antesalas se prolongan
Hasta que uno esté listo para entrar en el cielo.


Thiago de Mello,
Brasil


(Texto proporcionado por Christina Castello).