Visítenos ahora en

Visítenos ahora en www.juliocarmona.com

domingo, 6 de abril de 2008

PINCELADA, Julio Chiroque Paico


Darwin, todos en la casa tenemos un apodo
Del desarrollo de la naturaleza orgánica
No me quejo de la procedencia límite
Soy hermano de los ecuatorianos
Y amigo de latinoamericanos
Algunos dicen que soy de centro América
Lo que es hoy el sur de los estados unidos
De norte América y norte de México
Cuentan por acá que vinieron de tan lejos
Y se instalaron en el llamado catac ccaos
De por allí es mi apellido paterno
Chirokke o chirocque o chiroque
Tengo todos los males de la tierra
Me la doy de cantor y bravucón
Bailarín y colemos arriero y caminante
Por mi línea materna dicen que soy planta
Es verdad porque me riego con agua
Y me escurro sinuoso por los caños
Mama siempre interrogaba y me interroga
Para qué sirven tales y cuales remedios
Cada vez que visito a mi señora madre
Me acoge con sus adentros familiares
Algunos escriben mi apellido materno
Con la “y” griega digo así no se escribe sino
Con la “i” latina, Paico
En mis años mozos crucé el tumpis y el guayas
En aquellos lares lejanos recibí información
De la llegada de unos disfrazados
Con alforjas bacías y ambiciones
Y al costado una Biblia manoseada
Ahora han cambiado de nombres
Siguen siendo los mismos de antes
En mis sueños vuelo y vuelo
Despierto asustado y arropado
He decidido ser hualtaco
Presumo que es la génesis
Y desarrollo del incanato
En mi pueblo el hualtaco se hace piedra
Y en la estancia de mama hay una piedra
Que ha empezado a latir y latir

Julio Chiroque Paico,
Perú


sábado, 5 de abril de 2008

PERSEGUIDO POR BUENAS RAZONES, Bertolt Brecht


He crecido hijo
De gente acomodada. Mis padres
Me pusieron un cuello almidonado, me educaron
En la costumbre de ser servido
Y me instruyeron en el arte de dar órdenes. Pero
Al llegar a mayor y ver lo que me rodeaba,
No me gustó la gente de mi clase,
Ni dar órdenes ni ser servido.
Abandoné mi clase y me uní
Al pueblo llano.

Así,
Criaron a un traidor, le educaron en sus artes, y ahora
Él los delata al enemigo. Sí, divulgo secretos. Entre el pueblo
Estoy, y explico
Cómo engañan, y predigo lo que ha de venir,
Pues he sido iniciado en sus planes.
Descuelgo la balanza de su justicia y muestro
Sus pesas falsas.
Y sus espías les informan
De que yo estoy con los robados cuando
Preparan la rebelión.

Me han advertido y me han quitado
Lo que gané con mi trabajo. Como no me corregí
Me han perseguido,
Y aún había en mi casa
Escritos en los que descubría
Sus planes contra el pueblo. Por eso
Dictaron contra mí una orden de detención
Por la que se me acusa de pensar de un modo bajo, es decir,
El modo de pensar de los de abajo.
Marcado estoy a fuego, vaya a donde vaya,
Para todos los propietarios.

Mas los no propietarios leen la orden de detención
Y me conceden refugio. A ti te persiguen,
Me dicen,
Por buenas razones.

Bertolt Brecht,
Alemania


viernes, 4 de abril de 2008

MI CORAZÓN ES UN PATIO, Marcos Ana


1

La tierra no es redonda:

Es un patio cuadrado

Donde los hombres giran

Bajo un cielo de estaño.

2

Soñé que el mundo era

Un redondo espectáculo

Envuelto por el cielo,

Con ciudades y campos

En paz, con trigo y besos,

Con ríos, montes y anchos

Mares donde navegan

Corazones y barcos.

Pero el mundo es un patio.

(Un patio donde giran

Los hombres sin espacio.)

3

A veces, cuando subo

A mi ventana, palpo

Con mis ojos la vida

De luz que voy soñando.

Y entonces digo: "El mundo

Es algo más que el patio

Y estas losas terribles

Donde me voy gastando".

Y oigo colinas libres,

Voces entre los álamos,

La charla azul del río

Que ciñe mi cadalso.

"Es la vida", me dicen

Los aromas, el canto

Rojo de los jilgueros,

La música en el vaso

Blanco y azul del día,

La risa de un muchacho…

Pero es soñar despierto.

(Mi reja es el costado

De un sueño que da al campo),


4

Amanezco, y ya todo

—Fuera del sueño— es patio:

Un patio donde giran

Los hombres sin espacio.

¡Hace ya tantos siglos

Que nací emparedado,

Que me olvidé del mundo,

De cómo canta el árbol,

De la pasión que enciende

El amor en los labios,

De si hay puertas sin llaves

Y otras manos sin clavos!

Yo ya creo que todo

—Fuera del sueño— es patio.

(Un patio bajo un cielo

De fosa, desgarrado.

Que acuchillan y acotan

Muros y pararrayos.)

5

Ya ni el sueño me lleva

Hacia mis libre años.

Ya todo, todo, todo

—Hasta en el sueño— es patio.

Un patio donde gira

Mi corazón, clavado;

Mi corazón, desnudo;

Mi corazón, clamando;

Mi corazón, que tiene

La forma gris de un PATIO.

(UN PATIO DONDE GIRAN

LOS HOMBRES SIN DESCANSO).

Marcos Ana,

España


miércoles, 2 de abril de 2008

CUADERNOS DE LA CÁRCEL, Melissa Patiño


Día 4

Mi nueva vida me ha llevado a latir en forma de embrión o de mundo. Tengo una interconexión con el embrión de cada ser humano. Vi todos los corazones de los embriones. Los sentí latir al ritmo de mi método y he tenido que entrar en crisis porque no supe que más hacer.

Mi nueva vida me dio su hombro robusto y me mostró su torso flácido. Me consoló al mostrarme su rostro y en él mas corazones inflamados y en ellos miles de rostros sudorosos, disparejos. Y en ellos el mío tan distinto a mi anterior vida recostado en el hombro de la nueva.

Mi nueva vida me ha sentado frente a ella, me ha nombrado con decoros guardiana del latir. ¿Me lo merezco? ¿Cómo mi minúsculo latir puede latirse para cuidar a otros? Cuidar el ritmo del latir y su espectáculo de apasionamiento. Cuidar la regularidad del latir y los cardiacos sentimientos de culpa. ¿Quién es culpable? "ama a los otros como a ti misma". Cerré los ojos y vi al mundo como un embrión apunto de abortar.

Día 5

Siempre es una sorpresa los cambios a los que me conduce mi nueva vida. Siempre tan coqueta como una muchacha de veinte años que es culpable de cuidar el latir. Siempre tan sabia como una muchacha de veinte días de encierro corriendo para no creerse nada.

Mi nueva vida me prepara algo grande, lo sé. Me pretende liberar de los temores y de los sabios consejos de las paredes. Me recuerda mi amnesia obligatoria para la sumisión. Mi nueva vida me ha envejecido rápidamente porque me ha cansado. ¿Luego del día cinco podré descansar?

No puedo sentirme apenada al lado de mi nueva vida, aunque sigo entrando en crisis, las lágrimas están para desinflamar mis mejillas.

Hoy mi novísima vida ha encargado desfallecimiento con una melodía que ha besado mi frente y se ha acostado conmigo a contar latidos. Esta nocturnidad revisaré algunos corazones antes de dormir.

Día 6

Hoy he despertado con el rostro iluminado de polvo. Es un día que promete aire inédito. Mi nueva vida quitó las sábanas de un tirón, me sacudió la cara y me tocó el cuerpo para ejercitarlo. Fue corriendo a traer el desayuno que ordenó en la recepción de la prisión; café, jugo de papaya y huevos revueltos.

Iremos a visitar a tu padre, me ha dicho, y mis ojos se han roto; hace mucho que no sé como ubicarlo. Hace mucho que mi padre se olvidó de mis ojos –ahora rotos y sucios-, ¿cómo es que lo encontraremos? El está esperándonos. Hoy es día de visita.

Melissa Patiño,
Perú

(Texto proporcionado por Rocío Silva-Santisteban, a través de Rosi Valcárcel).


martes, 1 de abril de 2008

EL OFICIO DEL POETA, José Agustín Goytisolo


Contemplar las palabras
sobre el papel escritas,
medirlas, sopesar
su cuerpo en el conjunto
del poema, y después,
igual que un artesano,
separarse a mirar
cómo la luz emerge
de la sutil textura.
Así es el viejo oficio
del poeta, que comienza
en la idea, en el soplo
sobre el polvo infinito
de la memoria, sobre
la experiencia vivida,
la historia, los deseos,
las pasiones del hombre.

La materia del canto
nos lo ha ofrecido el pueblo
con su voz. Devolvamos
las palabras reunidas
a su auténtico dueño.


José Agustín Goytisolo,
España

(Texto proporcionado por Gustavo Pérez Hinojosa).


lunes, 31 de marzo de 2008

A CÉSAR CALVO AGRADECIÉNDOLE QUE ESTÉ AQUÍ, Manuel Scorza


En el principio el hombre abandonaba a sus muertos.
Hace cincuenta mil años comenzó a cavar tumbas.
En la piel de las cavernas cinceló sus miedos bellísimos:
Descubrió la poesía.
Por eso estamos aquí,
Aventando palabras contra el cielo indiferente.

Cecilia, mi hija, juega con sus años:
Cuatro guijarros de colores.
La vida pasa tan rápido, César, que una tarde
La miraremos salir para el parque
Y regresar hermosísima mujer.
Así es, César, la vida huye tan rápido
Que uno de estos días deberíamos tratar de decir la verdad.
Por favor, qué ocurrencia.
¡El mayordomo tiene órdenes estrictas
De tirarle la puerta al pasado!

Porque jóvenes áureos,
En las breñas del horror de América combatían entonces
Por un mundo más bello.
Mortalmente heridos caían
Más que por la metralla llagados por sus sueños.
Hermosos nacían a la muerte.
Mientras nosotros tatuábamos poemas olvidados
En cuerpos olvidados de mujeres olvidadas.
En chinganas de mala muerte cauterizábamos nuestra melancolía
Bebiendo aguardiente que no era Agua Ardiente.

Lenín no apreciaba a los poetas:
Cortó groseramente un poema de Maicovski.
Vladimir Maicovski se mató.
Pero Lenín se equivocaba: el Che llevaba en su mochila
Acribillados versos de León Felipe
Y Javier Heraud llevaba una carta tuya en su chaqueta.
El impiadoso río Madre de Dios arrastró su cuerpo,
Tu cuerpo, mi cuerpo, nuestra acribillada juventud, todo.
Pero la vida fluye más rápido que el río Madre de Dios.
¡Imposible erigir un mundo nuevo
Sin desembarcar en las Indias entrevistas en nuestros sueños!
Una revolución que sólo es una revolución no es una revolución.
¡Hay que volcarlo todo, hay que quemarlo todo, hay que arrancarlo todo!
No permitir que vuelva a retornar jamás la misma realidad,
La misma familia, la misma agua, los mismos padres, la misma
Luz, la misma patria, el mismo futuro, la misma tristeza, la
Misma
religión, el mismo sol!

¿Quién se atrevería a absolvernos?
Un inmortal poema nos absolvería.
Pero los años han pasado y no hemos mencionado la Palabra Ígnea.

La vida es tan fugaz, César, que una de estas tardes
Saldrás a comprar cigarros
Y regresarás a contar chistes en nuestros velorios.
Y ahora sí te acepto un pisco.
Porque a pesar de esta tristeza, la vida vale la pena:
Estoy alegre, estoy árbol, estoy exaltado, estoy
Con mis amigos, estoy relámpago, estoy luz.
Porque el hombre que está más cerca de su muerte
Que de su nacimiento
Necesita urgentemente ser feliz.

Hace cincuenta mil años, en la piel de las cavernas,
Comencé a grabar este poema.
Por eso estoy aquí aventando palabras contra el cielo indiferente.

Manuel Scorza,

Perú

(Texto proporcionado por la imprescindible Maga Rosina Valcárcel).



domingo, 30 de marzo de 2008

SOLILOQUIO DEL INDIVIDUO, Nicanor Parra

Yo soy el Individuo.
Primero viví en una roca
(Allí grabé algunas figuras).
Luego busqué un lugar más apropiado.
Yo soy el Individuo.
Primero tuve que procurarme alimentos,
Buscar peces, pájaros, buscar leña.
(Ya me preocuparía de los demás asuntos).
Hacer una fogata,
Leña, leña, dónde encontrar un poco de leña,
Algo de leña para hacer una fogata.
Yo soy el Individuo.
Al mismo tiempo me pregunté,
Fui a un abismo lleno de aire;
Me respondió una voz:
Yo soy el Individuo.
Después traté de cambiarme a otra roca.
Allí grabé figuras,
Grabé un río, búfalos.
Yo soy el Individuo.
Pero no.
Me aburrí de las cosas que hacía,
El fuego me molestaba,
Quería ver más.
Yo soy el Individuo.
Bajé a un valle regado por un río,
Allí encontré lo que necesitaba,
Encontré un pueblo salvaje,
Una tribu,
Yo soy el Individuo.
Vi que allí se hacían algunas cosas,
Figuras grababan en las rocas,
Hacían fuego, ¡también hacían fuego!
Yo soy el Individuo.
Me preguntaron que de dónde venía.
Contesté que sí, que no tenía planes determinados,
Contesté que no, que de ahí en adelante.
Bien.
Tomé entonces un trozo de piedra que encontré en un río
Y empecé a trabajar con ella,
Empecé a pulirla,
De ella hice una parte de mi propia vida.
Pero esto es demasiado largo.
Corté unos árboles para navegar.
Buscaba peces,
Buscaba diferentes cosas.
(Yo soy el Individuo).
Hasta que me empecé a aburrir nuevamente.
Las tempestades aburren,
Los truenos los relámpagos,
Yo soy el Individuo.
Bien.
Me puse a pensar un poco.
Preguntas estúpidas se me venían a la cabeza,
Falsos problemas.
Entonces empecé a vagar por unos bosques.
Llegué a un árbol y a otro árbol.
Llegué a una fuente,
A una fosa en que se veían algunas ratas,
Aquí vengo yo, dije entonces.
¿Habéis visto por aquí una tribu,
Un pueblo salvaje que hace fuego?
De este modo me desplacé hacia el oeste
Acompañado por otros seres,
O más bien solo.
Para ver hay que creer, me decían,
Yo soy el Individuo.
Formas veía en la oscuridad,
Nubes tal vez,
Tal vez veía nubes, veía relámpagos,
A todo esto habían pasado ya varios días,
Yo me sentía morir;
Inventé unas máquinas,
Construí relojes,
Armas, vehículos,
Yo soy el Individuo.
Apenas tenía tiempo para enterrar a mis muertos,
Apenas tenía tiempo para sembrar,
Yo soy el Individuo.
Años más tarde concebí unas cosas,
Unas formas,
Crucé las fronteras
Y permanecí fijo en una especie de nicho,
En una barca que navegó cuarenta días,
Cuarenta noches,
Yo soy el Individuo.
Luego vinieron unas sequías,
Vinieron unas guerras,
Tipos de color entraron al valle,
Pero yo debía seguir adelante,
Debía producir.
Produje ciencia, verdades inmutables,
Produje tanagras.
Di a luz libros de miles de páginas,
Se me hinchó la cara,
Construí un fonógrafo,
La máquina de coser,
Empezaron a aparecer los primeros automóviles,
Yo soy el Individuo.
Alguien segregaba planetas,
¡Árboles segregaba!
Pero yo segregaba herramientas,
Muebles, útiles de escritorio,
Yo soy el Individuo.
Se construyeron también ciudades,
Rutas,
Instituciones religiosas pasaron de moda,
Buscaban dicha, buscaban felicidad,
Yo soy el Individuo.
Después me dediqué mejor a viajar,
A practicar, a practicar idiomas,
Idiomas.
Yo soy el Individuo.
Miré por una cerradura,
Sí, miré, qué digo, miré,
Para salir de la duda miré,
Detrás de unas cortinas,
Yo soy el Individuo.
Bien.
Mejor es tal vez que vuelva a ese valle,
A esa roca que me sirvió de hogar,
Y empiece a grabar de nuevo,
De atrás para adelante grabar
El mundo al revés.
Pero no: la vida no tiene sentido.

Nicanor Parra,
Chile