Déjennos contarles a los niños
Que esta sombra ya se desvanece
Déjennos decirles
Que sus caritas pálidas
Como canciones tristes de invierno
Sus bracitos delgados
Y sus llantos
Van a disiparse con el sol de un nuevo día
Y es que en nuestros campos
La hoguera ya se extiende
Hasta que una fila interminable
De sauces encendidos
Incendie el cielo gris de las ciudades
Estalle en las paredes empolvadas
Hasta que el viento del amor
Arranque de raíz la oscuridad
La mala siembra
Y la ternura florezca en nuestro suelo
Y los enamorados
Se miren sin angustias
Se posean sin apuros
Y la historia
Sean todos los hombres
Construyendo la hermosura colectiva
Jorge Luis Roncal,
Perú
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