Tu nombre viene lento como las músicas humildes
Y de tus manos vuelan palomas blancas
Mi recuerdo te viste siempre de blanco
Como un recreo de niños que los hombres miran desde aquí distante.
Un cielo muere en tus brazos y otro nace en tu ternura
A tu lado el cariño se abre como una flor cuando pienso.
Entre ti y el horizonte
Mi palabra está primitiva como la lluvia o como los himnos
Porque ante ti callan las rosas y la canción.
Carlos Oquendo de Amat,
Perú
(Escrito en 1925, publicado en “
Texto proporcionado por Carlos Meneses).
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