a Timoteo Atoche
Nací en un país cuya historia fustiga
Entre sueños de pólvora y libertad
Cien cerros amontonados de muertos
Andinos, mestizos, amazónicos
Pálidos, afrodescendientes
Los claros ojos indefensos
Los bellos cuerpos firmes
Aplastados como animales
En las cárceles sin luz
¿Lurigancho y El Frontón?
¿Junio e invierno?
La lúgubre capital escupida
Nuestro corazón deshecho
Un inmenso río con olor de retamas
Cubiertas de sangre y fuego
Un yaraví a lo lejos
Dos danzantes de tijeras
Una canción popular
Piedra y acero
La hoz y el martillo
Y esta carta diminuta ardiendo.
Rosina Valcárcel,
Perú
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